lunes, 23 de noviembre de 2015

Palabra de Muesli: Lawrence de Arabia


A los padres de mi exnovia, esa puta neogafapasta, les encantaban las grandes películas de su juventud, esas superproducciones rodadas en formato panorámico que uno siempre ve en la tele con dos franjas negras arriba y abajo. Ellos las llamaban “clásicos” y hacían bromas entre sí sobre si ellos también eran “clásicos” o no. Todos reíamos aunque no tuviera ni puñetera gracia. La favorita del padre de esa zorra sabelotodo era Lawrence de Arabia. Hace poco en el gimnasio, mientras esperaba que un puto viejo dejara libre la máquina peck deck, me acordé de él. Supongo que se parecían los muy gilipollas. Decidí que tal vez debería verla.

¡Joder! La cosa prometía: un oficial británico se va a Arabia, se junta con los moros y se lía a tiros con todo dios, convirtiéndose en una especie de líder revolucionario de los árabes contra el imperio turco, durante la primera guerra mundial. ¡Puta madre, no? ¡Pues no! A ver, el tío mola. Lo envían los ingleses pero se vuelve todo loco con el desierto y la cultura de ahí y le mola el rollo y se convierte en un tío adorado por los moros esos y se mete en aventuras de la hostia y le pegan una paliza y le torturan y luego es traicionado en su empeño por ayudar a los moros porque los ingleses que son los que le enviaban los dejan colgados y tal, pero joder, el tío… ¡joder!, ¡el puto Lawrence es un jodido bujarra! No lo dicen claro pero tiene un rollo raro con un crío beduino, vamos, que se lo folla. Y en la tortura se insinúa que le dan por el culo (o eso me pareció a mí) y seguro que el muy guarro lo goza. Y no sé, con toda la tralla que puede tener la película se pasan con los putos planos del desierto y con conversaciones y mierdas. ¡Coño! ¡Más batallas, más caballos a toda leche por el desierto! Eso es buen cine, y no toda esa mierda. ¡Y menos sutilezas, joder! ¡Si es maricón dejadlo claro, joder! Hostia, yo no tengo problemas con los bujarras si van a las claras, pero este rollo sí pero no, o qué sé yo, lo soy pero lo escondo… ¡Qué puto asco! Y encima el pavo ni siquiera es que esté supercachas, es así rubio y guapo pero no tiene el cuerpo bien trabajado en el gimnasio como tiene que ser. A mí me parece que ni está bueno ni nada, no sé, si yo fuera gay igual me lo follaba pero seguro que perdería el interés en seguida, muy aventurero y mucha mierda de esa pero seguro que le doy una hostia y lo destrozo.

He llegado a una conclusión, si al imbécil de mi exsuegro le gustaba tanto esa película es porque seguramente él también sea maricón. Ya sabéis, ahora ser bujarra está de moda. Hay incluso gente que lo es, que se folla a otros tíos, aunque en realidad le gustan las mujeres o son asexuales y lo mismo les da un tío que una rata, pero que, a lo que voy, se hacen maricones por moda. Antes no era así, antes ser maricón no estaba bien visto y algunos lo escondían, hasta se casaban y tenían hijos. Yo creo que eso es lo que le pasa a mi exsuegro, que es bujarrón y lo oculta y que por eso le mola la peli, porque se siente identificado con el suplanucas de Lawrence. Aunque sólo debe de sentirse identificado con eso, porque el padre de la pseudointelectual de mi ex es un puto cagado y no ha salido de su mierda de barrio en toda su puta vida.

Después de ver esa bazofia homoerótica de Lawrence de Arabia necesito ver una peli de verdad, de hombre zurrándose a base de bien y mucha épica. Me pongo 300 y se me va la mala hostia de golpe. He oído por ahí que 300 es de estética un poco gay. Esa gente no tiene ni puta idea, cómo escuche a alguien decir eso le partiré la puta cara y luego le daré por el culo, a ver si le gusta, sólo los homosexuales haters pueden decir cosas así. ¡Qué asco de gente! Uno no puede ya ni ver músculos y leches tranquilo, mierda, lo tienen que joder todo con sus opiniones de mierda que a nadie interesan...

El buen cine siempre tiene músculo,
por MUESLI SNIPES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario