miércoles, 18 de marzo de 2015

Snowboard sobre caspa: Corazón Salvaje

Hoy nos deslizamos sobre caspa pisada. El paso de cepillos y peines conlleva que la caspa adquiera una compactación especial que facilita el disfrute de los que nos deslizamos sobre ella. Todas las caspas, sean como sean en su estado inicial, adquieren características muy similares tras ser pisadas.

También se conoce con el nombre de caspa pisada a aquella por la cual se han deslizado diversas personas, si bien en ese caso la compactación de la superficie casposa no se hace de manera homogénea y el resultado final dependerá del estado inicial de la caspa (una caspa polvo por la que pase gran cantidad de gente mermará su calidad, pero una caspa costra prensada con seguridad ganará enteros).

Y recuerda, no debes quejarte de la caspa en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa,
por JUANITO MÜHLEGG.

miércoles, 4 de marzo de 2015

¿De qué color ves mi ojete: negro o marrón?

Últimamente no se habla de otra cosa. La red de redes y el equipo de mi proctólogo están divididos. La pregunta “¿negro o marrón?” ha convertido a mi ojete en “trending topic mundial”. Pero antes de dar la respuesta correcta, echemos un ojo a mi ojal.

Diario de Sebastopol se ha puesto en contacto con neurocientíficos y demás todólogos around the world que señalan que la respuesta está en el cerebro y no en las células de los ojos (conos y bastones) de quienes observan el ojo de mi culo. Así pues, la visión cromática de mi ojal depende de como el cerebro interpreta el contexto en el que se encuentra el agujero de mi orto, según explica Gaylor Smith, neurocientífico coñitivo de la Universidad Rectal y Drag Queen de noche, a nuestro diario.

Algunos parámetros que podrían influir serían la iluminación del lugar, el contraste de mi ano con el blanco lechoso de mi piel, si antes de mirar la fotografía de mi culo la persona ha estado mirando fijamente una bombilla de 60 vatios o incluso si antes de mirar se ha estado leyendo a Schopenhauer, a Marx o el libro de Belén Esteban. Dicho de otro modo, se trata de una desilusión óptica sin ningún tipo de interés ni sentido. La combinación entre la cantidad de luz sobre un objeto y la que refleja, así como las condiciones en que uno se rasca la huevada compulsivamente, no teniendo otra cosa que hacer que mirar obsesivamente mi recto, serían un aspecto clave en la percepción del color de mi ojete y las ganas de abrir un debate sobre tremenda banalidad.

Para demostrar que existe una clara división entre la gente que lo ve negro y la gente que lo ve marrón, Diario de Sebastopol ha realizado una encuesta timorata por teléfono y el resultado ha sido que tres cuartas partes nos han dicho “iros a tomar pol culo”, dos tercios han contestado “hijos de puta, para está mierda me habéis despertado de la siesta”, cinco medias fracciones de millón han optado por colgarnos directamente y un señor de Huelva nos ha dicho que le gustaría ver el culo en vivo para poder penetrarlo.

¿De qué color es finalmente? Pues realmente no lo sé porque no me lo veo, pero imagino que, dado que cuando me he hecho la foto acababa de cagar y aún no me lo había limpiado, es de color mierda y que además a nadie le importa una mierda.


Mi patria es el odio,
por DAMIEN THORN.